La humanización del ámbito educativo en el cual se desenvuelve toda la comunidad uribista, facilitando así la autoconstrucción y la superación personal y social.
Toda persona de nuestra comunidad educativa debe ser considerada como un ser social que necesita del otro para su realización, comunicación, relaciones y unificación de ideales y proyectos en la búsqueda del bien común.
La persona es sujeto de deberes y derechos, su libertad no es ilimitada, debe acogerse a las restricciones propias de la vida en comunidad.
La persona está llamada a ser libre y autónoma, es decir, a ser dueña de sí misma.
El hombre debe ser responsable y crítico, la responsabilidad le permite obrar de acuerdo con compromisos con él mismo, con los demás y con su entorno.
El hombre es activo y creativo.
El hombre es histórico y cultural.
5º B 2011 |